Archicofradía del Rosario

7 de Octubre de 1597
 
    Don Francisco Mingrano, alcalde ordinario de esta ciudad, en unión de varios regidores, asistió a la función religiosa que en la mañana del día de hoy celebró la Archicofradía del Rosario en su capilla del templo de Santo Domingo, para conmemorar la fiesta de la co patrona de Murcia, la Virgen del Rosario, y el combate de Lepanto, que se verificó el 7 de Octubre de 1571, que dió tanta fama al gran marino D. Juan de Austria, y en el que quedó manco el inmortal autor del <<Quijote>> Miguel de Cervantes Saavedra.
    El Papa San Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria, el primer domingo de Octubre, en recuerdo de la memorable victoria naval, y el Papa Gregorio XIII, por su bula <<Salvatoria>> de 5 de marzo de 1572, cambió el título por el de Nuestra Señora del Rosario; posteriormente, Clemente VIII, por su bula del 13 de Enero de 1593, amplió las indulgencias concedidas a la iglesia de Dijon, é Inocencio XI, por su breve de 31 de julio de 1676, las amplía, confirmando plenamente este especial favor, Pío IX, en su nuevo catálogo auténtico de 18 de septiembre de 1862.
    El Papa Pío V, estando precisamente dando audiencia en el Vaticano, el primer domingo de Octubre de 1571, abrió de repente una ventana del salón en que se hallaba, y fijando su vista hacia la parte del mar, quedóse inmovil y sorprendido, exclamando: -<<Arrodillémonos y demos gracias a Dios, porque los cristianos son victoriosos>>.
    Por otra parte, el Senado de Venecia, en las cartas que mandó a todos los estados de las Repúblicas y a las naciones aliadas, no vaciló en escribir lo siguiente:
    <<No son los generales, no son los hombres, no son las armas, es Nuestra Señora del Rosario quien nos ha dado la victoria>>.
    Por esta circunstancia memorable, San Pío V, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria, y como ya he dicho, Gregorio XIII cambió el título por el de Nuestra Señora del Rosario, señalando para su festividad el primer domingo de Octubre, en recuerdo de la gloriosa victoria que tanto nombre dió a las armas españolas y la monarquía de don Felipe II.
    La gran capilla del Rosario de la Iglesia de Santo Domingo, fué reedificada en tiempo de los Reyes Católicos. Los dominicos compartían el culto y el templo con ella, siendo la Archicofradía del Rosario, una de las Hermandades más poderosas y distinguidas de esta ciudad. El retablo del altar mayor, es en su género de una ejecución acabada y primorosa. En el camarín se venera a su Titular, la Virgen del Rosario, que es con la de la Fuensanta, co-patrona de Murcia. Los frescos sobre las cuatro capillas de los lados, muy bien compuestos y acabados de color, son de Gilarte, que los pintó siendo mayordomo de la Archicofradía.
    En la sacristía está la batalla de Lepanto, dibujada por Juan de Toledo y pintada por Gilarte.
 
 

Ramón Blanco y Rojo de Ibañez,  del libro: Murcia 1924

(facilitado a la Archicofradía por Alberto Castillo)

 

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