La Fuga del Berrugo
Os voy a contar algo que me hizo mi abuelo una Semana Santa,
cuando yo era tan sólo un niño:
Al comenzar la Semana Santa, mi abuelo, con un semblante y un
tono fingidamente alarmado, llegó a casa y me contó un suceso que llevaba de
cabeza a todo el mundo en el Barrio del Carmen: Al abrir el almacén donde
estaban los pasos de los Coloraos, el "Berrrugo" se había escapado de la iglesia
y nadie sabía dónde se había metido. Habían avisado a la guardia civil, pero el
bandido no aparecía por ningún sitio, y así, la procesión no iba a poder salir.
Recuerdo mi nerviosismo, mi apuro, mi alarma de niño
inocentemente engañado por su abuelo. "Los coloraos no van a salir... pero eso
no puede ser... Y, abuelo, ¿no pueden salir sin el Berrugo?" "No, nene, sin el
Berrugo no puede salir la procesión, este año te vas a quedar sin caramelos"
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Al día siguiente, después de haber estado yo intranquilo y
apurado durante todo el día, la historia tuvo un final feliz: Mi abuelo llegó
diciendome lo siguiente: "Nene: la guardia civil ha encontrado al Berrugo.
Estaba en mitad de la huerta, robando habas en un bancal, y tal y como estaba,
lo han cogido, llevado a la iglesia del Carmen y puesto en su lugar en el paso.
La procesión va a poder salir por fin".
Recuerdo mi sensación de alivio.... "Jo, menos mal que lo han
encontrao, que si no...."
Y, al día siguiente, durante la procesión, al llegar el paso
del Pretorio, mi abuelo me señaló al Berrugo y, mientras yo no quitaba la vista
del escurridizo ladrón, me dijo: "¿Ves, nene? le pillaron con las manos llenas
de habas".
Años más tarde, ya mayor, me enteré que ese inocente engaño
al que me sometió mi abuelo, era algo bastante común entre la chiquillería.
Quizás a algunos de vosotros os suene esta historia porque la hayáis vivido como
yo.
NazarenoColorao
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