A SALZILLO
Hablar de Salzillo es, sin duda, hablar de Murcia y su Región, la memoria al instante se transporta a aquella mañana, cuando el alba despunta, en que todo se impregna de Viernes Santo, de morado.
Indudable el tesoro que albergan las paredes del museo, indudable la fama e indudable la belleza que camina por las nazarenas calles de nuestra Murcia.
Y he aquí que, de repente, una voz que proviene desde todos los templos de nuestra ciudad, me previene, me avisa, me recuerda que Salzillo vive también en sus capillas, en sus retablos, y que con la misma belleza y cariño, fueron talladas estas obras y de igual manera lucen en las iglesias para mayor gloria de su artista.
Y al tiempo mil voces me suplican que, cuando el forastero llegue a Murcia y pronuncie el nombre de Salzillo, le hable de aquellas que también le hacen inmortal, de aquellas que, cuando el alba despunta, en la mañana de Viernes Santo, en aquella la de morado, NO caminan por las nazarenas calles de nuestra Murcia.
CODINA
-San Pedro y el Cristo de la Esperanza-